Dicotomía del instante -Zuleiva Vivas-

Las representación de pares de fuerzas antagónicas complementarias se reconocen en la historia de la humanidad desde la época del bronce en la antigua China. Un ejemplo de ello y bastante conocido, es el yin y yang, dos conceptos del taoísmo que exponen la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Bajo esta premisa el yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción; el yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración. Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia.

Nuestro acercamiento a la obra de Gloria Fiallo nos remite a un trabajo pictórico basado en la reflexión acerca de los opuestos, queriendo dar por entendido que éstos no son mas que apariencia. Aborda el trabajo artístico tomando la dualidad como un todo que se nos aparece en infinitas series donde la emoción es el hilo que teje la variedad de tramas. En este recorrido es inevitable rememorar a Heráclito, quien en su filosofía atribuye el origen del mundo a la discordia, a la contrariedad, y hace de la identidad de los contrarios el principio mismo. En su pensamiento no existía una división absoluta entre los opuestos, al igual que en las series pictóricas de Fiallo, pareciera que su objetivo se centra en conseguir armonizar los contrarios. No es gratuita su acuciosa búsqueda hasta alcanzar una exquisita selección de tejidos, texturas, resinas, pigmentos y pinturas ,que compone y contrapone en soportes dípticos.  Es inevitable situarse en el instante y la emoción que éste desata. Bautiza cada obra a partir del encuentro. Asistimos a un desarrollo personal que denota libertad plena para la expresión artística. Los temas y medios utilizados durante varias décadas de producción ininterrumpida nos hablan de una obra donde en cada serie se refleja el conocimiento en el manejo y contraposición de las formas, así como la comprensión de las infinitas combinaciones entre contenido, color y contorno los cuáles logra identificar en cada pieza con un título que colinda con la poesía conceptual.

Gloria Fiallo construye su discurso basado en el rigor y una disciplina mantenida en la necesidad de alcanzar objetivos inconscientes. Aquí la dualidad hace de las suyas haciendo diálogo a partir de la abstracción o la figuración. No hay límites en la ruta que se ha trazado la artista. Nos hace trampas al dibujar y desdibujar tela o tejido, fondo y contenido, se las arregla para seguir hilando ante nuestros ojos una gama infinita de emociones, tiempos, espacios y recuerdos que se nos aparecen intentando hacernos entender la dicotomía del instante.

 

Zuleiva Vivas

Curadora

Noviembre 2015